| Ubicado en Calle Hermanos Paniagua 240, el San Cristóbal de las Casas hospedaje se encuentra en el barrio Del Valle, a 300 metros del Mercado José Castillo Tielemans, donde se venden artesanías tzotziles como textiles bordados a mano y café orgánico de altura.
Frente al establecimiento, El Caldero (50 metros) destaca por su sopa de pan con chipilín y tamales de hoja de plátano rellenos de mole negro.
Para desayunos tradicionales, Café Museo Santo Domingo (800 metros) ofrece atole de granillo y pan de elote en un ambiente colonial con exhibición de máscaras rituales.
Los amantes de la historia pueden visitar el Mesoamerican Museum of Jade (1.2 km), que alberga réplicas exactas de piezas olmecas y mayas talladas en nefrita, o el Templo de San Cristóbalito (2 km), capilla del siglo XVII con retablos barrocos dorados con láminas de oro de 22 quilates.
El Centro Cultural El Carmen (1.5 km) organiza talleres de telar de cintura y exhibe fotografías históricas de la rebelión zapatista.
Para trámites oficiales, la Presidencia Municipal (2.3 km) ocupa un edificio porfiriano con murales que narran la fundación de la ciudad en 1528, mientras el Registro Civil (1.8 km) cuenta con ventanillas especializadas en certificados bilingües español-tsotsil.
La educación superior está representada por la Universidad Intercultural de Chiapas (3 km), cuyo campus incluye un herbario con especies endémicas de los Altos de Chiapas.
El acceso al Alcatraz Hotel desde el Aeropuerto Internacional Ángel Albino Corzo se realiza mediante combis compartidas que tardan 1 hora 20 minutos por la Carretera Federal 190. Desde la Terminal de Autobuses ADO, la ruta de colectivos Ruta 3 Mercado pasa cada 15 minutos frente al hotel.
Ciclistas pueden usar la ciclovía de Avenida Insurgentes, conectada con estaciones de bicicletas públicas en el Parque de la Merced.
Alternativas económicas incluyen Posada Isabel (600 metros), con habitaciones alrededor de un patio central adornado con buganvilias y hamacas artesanales, y Hostal Kinoki (1 km), que ofrece dormitorios temáticos inspirados en el cine mexicano y taller de grabado gratuito.
Casa de Huéspedes La Albarrada (800 metros) destaca por su terraza panorámica con vista al Cerro de Guadalupe y chimenea comunal.
Según evaluaciones recientes, los huéspedes elogian las mantas térmicas de lana chamula en las habitaciones y el servicio de té de hierbas saponaria al atardecer.
Algunos comentarios mencionan sonidos ocasionales de festividades tradicionales en calles aledañas durante temporada alta.
El huerto hidropónico en la azotea, que abastece al restaurante del hotel, recibe menciones especiales por su contribución ecológica.
En el entorno inmediato, Taller de Cerámica Tzotzilob (200 metros) enseña técnicas prehispánicas de alfarería sin torno, mientras Farmacia Homeopática San Rafael (150 metros) especializa en remedios con plantas de la región como el acuyo y el chipilín.
Por las noches, La Viña de Bacco (300 metros) atrae con sus catas de pox (aguardiente tradicional) acompañadas de queso de bola de Ocosingo.
Para experiencias culturales, el Café-Tienda Sna Jolobil (2 km) funciona como cooperativa de tejedoras tzeltales, donde observan el proceso de teñido con cochinilla.
A 4 km, el Orquideario Moxviquil protege 450 especies de orquídeas en invernaderos bioclimáticos, incluyendo variedades en peligro como Lycaste skinneri.
Los deportistas frecuentan el Gimnasio Municipal Los Arcos (1.5 km), con área de escalada en rocódromo artificial que simula formaciones del Cañón del Sumidero.
Entre las opciones vespertinas, Cine Club Tierra Adentro (1.2 km) proyecta documentales sobre movimientos indígenas en una casona del siglo XVIII, mientras el Mirador de María de Guadalupe (2.5 km) permite fotografías panorámicas del valle con iluminación dorada al atardecer.
Los viernes, el Tianguis Orgánico (800 metros) despliega puestos de hongos silvestres, chocolate de metate y chapulines tostados con ajo. | 
